¿Por qué las vÃctimas simplemente no se van?
Hay factores serios que pesan en la decisión de una vÃctima de irse. Terminar una relación Ãntima es muy difÃcil, más aún cuando la confianza en sà misma de la vÃctima ha sido destruida por el abusador.
1. AutonomÃa Económica:
El predictor más probable de que una vÃctima se separe permanentemente de su abusador es si tiene los recursos económicos para sobrevivir sin su pareja. Por lo tanto, es muy importante que las vÃctimas obtengan premios de apoyo financiero en órdenes de protección y sean referidas a programas de violencia doméstica donde puedan aprender sobre el tema, otros apoyos económicos y capacitación laboral y oportunidades de empleo.
2. Esperanza de cambio:
Muchos abusadores actúan arrepentidos después de infligir violencia. Este comportamiento contrito puede incluir prometer no volver a pegar nunca más, acceder a buscar asesoramiento si la vÃctima accede a quedarse, recordarle a la vÃctima lo duro que trabaja, señalarle las increÃbles tensiones bajo las que está operando, reconocer la ilicitud de su violencia hacia los niños y pidiendo su ayuda para detenerla, y demostrando su amor de manera significativa. Aquellos en relaciones comprometidas a menudo han construido sus vidas en torno a la relación y esperan un cambio. Cuando el agresor reconoce el error de sus caminos, a menudo se renueva la esperanza para la vÃctima.
3. Aislamiento:
Muchas vÃctimas pierden sus sistemas de apoyo porque el abusador las ha aislado de familiares y amigos. Los ejemplos de aislamiento incluyen a un agresor que prohÃbe a la vÃctima usar el teléfono, humilla a las vÃctimas en reuniones familiares, insiste en transportarlo al trabajo, censura su correo, etc. Los agresores suelen ser muy posesivos y excesivamente celosos. Creen que son 'dueños' de su pareja y tienen derecho a su atención exclusiva y obediencia absoluta. Sabe que si se dice la verdad sobre su conducta, las personas solidarias instarán a la vÃctima a que se vaya o busque ayuda. Por lo tanto, los agresores aÃslan rápidamente a las vÃctimas para mantener su poder y control.
4. Negación social:
Las vÃctimas a menudo temen que nadie crea que sus parejas abusan de ellas. Los maltratadores suelen ser muy encantadores y populares entre los demás, y mantienen sus comportamientos aterradores y controladores a puertas cerradas. La vÃctima lo sabe y refuerza su miedo a que nadie le crea. Nadie entiende que se siente como un prisionero que puede resultar gravemente herido o morir a manos de su carcelero. Él/ella concluye que, dado que los demás no comprenden la gravedad de la violencia, no apoyarán su decisión de desbaratar la familia.
5. Barricadas para salir:
Incluso cuando una vÃctima decide irse, los agresores levantan muchas barricadas. Muchos amenazan con buscar la custodia de los niños, retener el apoyo financiero, interferir con su empleo, informar a los posibles propietarios que no son dignos de crédito, poner a los niños o a la familia en su contra, amenazar con matar a otros miembros de la familia si ella/él se va, amenazar con suicidarse como represalia, o de otras maneras escalar su violencia en un intento de mantener a la vÃctima en la relación.
6. Peligros al irse:
Muchas vÃctimas creen que irse no necesariamente hará que su vida o la de sus hijos sea más segura. Muchas vÃctimas asesinadas por sus parejas son asesinadas después de que se fueron o se separaron. Irse puede ser un proceso peligroso. De hecho, muchos maltratadores intensifican su violencia para obligar a la vÃctima a reconciliarse o para tomar represalias por su partida. Salir requiere una planificación estratégica y una intervención legal integral para salvaguardar a las vÃctimas y sus hijos.
7. Salir es un Proceso:
La mayorÃa de las vÃctimas se van y regresan varias veces antes de separarse permanentemente del agresor. La primera vez que una vÃctima se va puede ser una prueba para ver si realmente obtendrá alguna ayuda para detener el comportamiento abusivo. La segunda vez que una vÃctima se va, es posible que se vaya para obtener más información sobre los recursos disponibles. Puede entonces reconciliarse y comenzar a juntar algunos recursos económicos en caso de que decidan que luego deben irse. El proceso puede continuar repitiéndose, pero muchas vÃctimas eventualmente se van.
Como ayudar
Cuando los amigos, la familia y las agencias de ayuda, como la policÃa, los refugios, el clero, los tribunales, el personal médico, los educadores y los terapeutas, prestan esfuerzos sustanciales y concertados para ayudar en el proceso de partida, es más probable que las vÃctimas se vayan y obtengan protección para ellas y sus familiares. sus niños. Por lo tanto, cuando las vÃctimas se quedan, nosotros como comunidad debemos ver qué estamos haciendo para obstaculizar el proceso de salida y luego hacer cambios para facilitar la salida y la máxima seguridad. La salida debe hacerse de manera que no ponga en peligro más la seguridad. Las vÃctimas deben ser referidas a programas de violencia doméstica para ayudar a desarrollar planes para dejar la relación de manera segura.
Referencias
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